“Estamos afectados porque no nos dan seguridad del acueducto ni cuando lo van a entregar”, contó una de las habitantes de San Isidro, mientras evidencia que las comunidades se abastecen de pozos o tanques en la tierra.

Son nueve veredas y más de 8.000 habitantes de estos dos corregimientos, entre ellos menores de edad, los que imploran que el agua potable llegue a sus hogares.

Las comunidades no quieren más engaños por parte de la empresa Veolia y de las autoridades locales sobre la finalización de esta obra, que con el pasar de los días de convierte en una necesidad latente, incluso están convocando a una marcha para 21 de diciembre.

Texto de Gs Noticias.

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