La muerte de los cinco menores indígenas yukpa, en el resguardo Iroka, jurisdicción de Agustín Codazzi, Cesar, mantiene consternada a la población en general, más aún cuando la hipótesis de un posible asesinato toma fuerza, ante la primera versión entregada sobre el consumo de un fruto originario de la zona.

Es una tragedia que enluta al pueblo yukpa, cuyas autoridades decidieron poner a un lado sus tradiciones ancestrales y entregarle la potestad a la justicia ordinaria para que este hecho sea esclarecido.

Por ello, otorgaron la autorización para la realización de la necropsia a los cinco cadáveres y dejar en manos de la Fiscalía General las investigaciones, para lo cual el dictamen de Medicina Legal será clave para esclarecer este trágico hecho.

Como es de recordar, tres de los menores fueron hallados muertos en el lugar de su residencia, en una ampliación de resguardo Iroka, y los otros dos fallecieron en una clínica de Agustín Codazzi, hasta donde familiares alcanzaron a llevarlos.

“TIENEN SIGNOS DE VIOLENCIA, FUE UN CRIMEN”

Para el momento de los hechos, los cinco menores, entre 3 y 15 años, se encontraban solos en su lugar de residencia. Su madre tiene dos meses en un hogar de paso con su sexto hijo que recibe atención médica, y su padre había asistido a un culto religioso, para el cual acudió solo, ya que los menores estaban elaborando unos bollos con un molino prestado que debían entregar en poco tiempo.

Así lo dio a conocer Eduard Álvarez, defensor y asesor del pueblo yukpa, quien manifestó que en el lugar se vivió una escena muy dolorosa para los familiares y autoridades indígenas.

“Podemos decir que estos niños indígenas no murieron por algún accidente, algo les hicieron y muestra de ello, es que Cristina, la niña de 15 años, aparece con una herida en el cráneo y con sus vestidos rasgados. Fue un crimen contra estos niños, no es cierto que hayan consumido corozo, ya que los indígenas yukpa son cazadores, recolectores y saben muy bien lo que pueden comer de la naturaleza. Alguien los obligó a comer algo y posteriormente fallecieron”, aseguró Álvarez.

AL LUGAR ENTRÓ UN EXTRAÑO

En medio de la triste escena de dolor, explicó Álvarez quedó la olla con los bollos elaborados, el molino de maíz instalado y el agua en el que los estaban cocinando.

Muy cerca del fueron hallados dos cadáveres, y la niña Cristiana de 15 años, fue hallada sin vida fuera de la casa con un golpe en el cerebro y la vestimenta rasgada, “por lo cual las autoridades indígenas mantienen la hipótesis que los menores fueron asesinados. “Si consumieron algún fruto, fue a la fuerza, porque su condición de indígenas les da la capacidad para consumir lo que pueden de la naturaleza, por ello insistimos que no fue un accidente”, dijo.

Explicó que luego de realizar entrevistas a algunos familiares y personas asentadas en la zona, se determinó que al lugar entró un ‘Guatillo’, una persona ajena a la etnia, quien podría ser el responsable del envenenamiento de los niños obligándolos a consumir algo extraño.

“Ante esta situación, estamos a la espera de las decisiones de la Fiscalía. Para nadie es un secreto que el pueblo yukpa enfrenta riesgo de exterminio físico y cultural declarado por la Corte Constitucional y alertado por la Defensoría del Pueblo”.

CABILDOS GOBERNADORES SE PRONUNCIAN

A través de un comunicado a la opinión pública, firmado por seis cabildos gobernadores de los municipios de Agustín Codazzi, La Paz y Becerril, manifestaron que “hasta el momento no se tiene certeza de la causa de la muerte de los cinco menores de edad, y por ende, no es cierto la información respecto a que ingirieron un ‘corozo prohibido’, teniendo en cuenta que una de las características de su pueblo es la recolección y la agricultura itinerante, lo cual les permite afirmar sin ningún equivoco que su comunidad a temprana edad sabe qué se debe o no consumir de la naturaleza”.

Asimismo, solicitan al presidente de la República, a la Vicepresidenta, al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Fiscalía, Defensoría del Pueblo y todos los organismos de control a intervenir en este repudiable hecho del que consideran “no fue un accidente ni una coincidencia, fue una tragedia y un concurso de delitos”, se lee en el comunicado.

ICBF REPUDIA ESTAS MUERTES

Por su parte, el Icbf repudió el hecho y dispuso de un equipo especial que acompaña las investigaciones que realizan las autoridades en torno a la extraña muerte de los cinco hermanos.

“El Icbf se encuentra atento para acompañar a las autoridades, tanto Procuraduría como Fiscalía, a la espera de los resultados de la investigación que se debe adelantar en torno a estos repudiables hechos que enlutan a las comunidades indígenas de Colombia”, indicó Bienestar Familiar a través de un comunicado.

Por su parte, la directora del Icbf publicó en su cuenta de X: “Repudiamos el asesinato en extrañas circunstancias de cinco niños Yupka entre 3 y 15 años en el resguardo de Iroka. Acompañamos la tristeza de la comunidad y esperamos esclarecimiento de los hechos”.

DUELO MUNICIPAL EN CODAZZI

A través del decreto 017 del 26 de marzo de 2024, el alcalde del municipio de Agustín Codazzi, Hernán Baquero, decidió declarar duelo municipal durante los días 26 y 27 de marzo, expresando sus condolencias y sentimientos de solidaridad ante una situación que enluta a la comunidad yukpa y al municipio.

Asimismo, ordena izar la bandera a media asta en señal de luto por el fallecimiento de los cinco menores indígenas.

Ayer en horas de la tarde, los cuerpo de los cinco menores fueron entregados por Medicina Legal a sus familiares, quienes lo trasladaron hasta el municipio de Agustín Codazzi para su cristiana sepultura.

Tomado de Diario del César.

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