Las autoridades presumen que otra parte de los causantes de este tipo de incidentes son personas dedicadas a la agricultura que por esta época de verano tratan de sacarle provecho a los terrenos que dejan las aguas, al evaporarse por la escasez de las lluvias.

Luego de dos días de aparente control del incendio en la Ciénaga de Corralito, en Cereté, las llamas nuevamente fueron avivadas por los fuertes vientos, sumados a las altas temperaturas, por lo que se estima que la zona afectada comprenda alrededor de 60 hectáreas de área protegida.

 Voluntarios de la Defensa Civil, Bomberos, miembros de la Policía Ambiental de Córdoba, e incluso población civil residente en Cereté luchan desde hace cerca de 24 horas con un nuevo incendio forestal en los terrenos que comprenden la Ciénaga de Corralito, que ya completa una semana en medio de las llamas.

 Si bien las autoridades no se han atrevido a entregar cifras oficiales, se supo que hasta el momento el fuego, que tomó mayor fuerza en la madrugada de este sábado 29 de febrero, habría destruido alrededor de 60 hectáreas de área declarada como protegida.

 La Ciénaga de Corralito, considerada como el pulmón de la subregión del Sinú Medio, en Córdoba, sirve de habitad para especies como las hicoteas, iguanas, armadillos, conejos, ardillas, babillas, serpientes entre otras especies silvestres que las autoridades tratan de rescatar de las llamas.

 Desde inicios de esta semana, cuando se produjo el primer incendio en el espejo natural de agua, las autoridades trazaron dos hipótesis que conducirían hacia los responsables del desastre ambiental.

 En una de las versiones se indica que se trata de cazadores de hicoteas, que le prenden fuego a la tierra para obligar a que estos ejemplares tengan que salir de sus refugios, para luego poder atraparlos fácilmente.

 De igual manera, las autoridades presumen que otra parte de los causantes de este tipo de incidentes son personas dedicadas a la agricultura que por esta época de verano tratan de sacarle provecho a los terrenos que dejan las aguas, al evaporarse por la escasez de las lluvias.

 La ciénaga también es fuente de sustento para decenas de familias de pescadores.

De El Heraldo.

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